El sábado 1 de diciembre tuvo lugar en Villamartín el acto de
homenaje a D. Manuel Fraile Catalán, más conocido por los vecinos de la
localidad como “Toribio”.
El Ayuntamiento Pleno en Sesión Ordinaria de 31 de mayo de 2012
había aprobado una propuesta presentada por un grupo de vecinos que tienen un
grupo en la red social Facebook, en concreto “Culiblancos por el mundo”. La
propuesta recogía la idea de rotular el Teatro Municipal con el nombre de D.
Manuel Fraile Catalán, por una vida de dedicación a la Música en la localidad
de Villamartín.
Tras la
aprobación de la mencionada propuesta, el Ayuntamiento se puso manos a la obra
y el resultado puede verse reflejado en la propia fachada del Teatro Municipal.
En concreto se trata de un magnífico trabajo nacido del Taller Municipal de
Cerámica, de la mano de Antonio Linares, basando las tonalidades en azules y
amarillos, que resaltan sobre el blanco de la cal.
El acto dio
comienzo a la hora señalada, justo cuando las campanas de San Francisco
marcaban el mediodía en una mañana soleada aunque un poco fría, algo por otra
parte normal tratándose del 1 de diciembre.
El propio
Alcalde acompañó a Manuel Fraile a uno de los laterales de la fachada del
teatro para descubrir el panel en que se encuentra su propio retrato, una
sorpresa para los asistentes que gustó mucho a las personas allí congregadas,
especialmente a sus familiares.
Después de la
interpretación del Himno de Andalucía, los asistentes tomaron asiento dentro
del Teatro. En el escenario D. Manuel Fraile acompañado por la Primera Teniente
de Alcalde Toñi Viruel y el Primer Edil villamartinense Juan Luis Morales, y,
como no, por la propia Banda de Música. En esta primera parte del acto, la
banda interpretó “Manuel Fraile”, de J. M. Bernal y “Camino de rosas”, de José
Francos, dando paso así a la concejala de Cultura, Toñi Viruel, que fue la
persona encargada de dar lectura del Acta de Pleno de 31 de mayo de 2012.
Aunque en un
principio estaba prevista la intervención de algún familiar directo de Manuel
Fraile, quien subió al escenario en este punto fue su vecino y amigo Sebastián
Pavón, a quién Manolo había pedido personalmente poner voz a las palabras
escritas previamente por él. Emotivas las palabras de Manolo a través de
Sebastián y emotivas las propias de Sebastián recordando a Manolo en su Vespa
cuando convirtió su rutina de reparto de periódicos en todo un acontecimiento
para los vecinos de su pueblo.
Tras la
intervención de Sebastián, el Alcalde entregó una orla al homenajeado como
recuerdo del acto. En el cuadro aparece un retrato de Manuel Fraile y algunas
imágenes de la propia banda a lo largo de su dilatada historia.
Con dos piezas
más obsequió la banda a los asistentes al acto. En primer lugar, una muy
especial para Joaquín Castaño “Quini”, un guiño a su padre (q.e.p.d.), “Camino
de las Montañas”, con cuyas notas lo inició en el mundo de la música,
convirtiéndolo así en “culpable” de su vocación.
La segunda,
“Bolívar”, en la que otro de los jóvenes de la Banda, Luis Calvellido, con un
solo de trombón (el instrumento de Manolo), dio una lección de maestría.
Con palabras
entrecortadas y emocionado sin duda por el acto, Manuel se atrevió a agradecer
al Ayuntamiento y a los asistentes tanto cariño hacia él.
Aunque estaba
prevista la clausura del acto por el Alcalde, este animó a Manuel Fraile a que
fuese él el que lo hiciera cogiendo la batuta para dirigir la popular
“Churumbelería”, de Emilio Cebrián.
Con la
interpretación por parte de la banda de los himnos de Andalucía y España
respectivamente, se cerraría el emotivo acto y se abriría así una nueva etapa
en este espacio escénico de Villamartín.
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