martes, 11 de julio de 2017

Hachas y azuelas en el Ayuntamiento


Durante este mes de julio estarán expuestas a la entrada del Ayuntamiento una serie de piezas depositadas en el Museo Histórico Municipal de Villamartín. En concreto se trata de una serie de hachas y azuelas pulimentadas de diversa procedencia y pertenecen al periodo de la Prehistoria reciente (Neolítico a Edad del Bronce). Están datadas entre el VI y el II milenio a. C. y fueron depositadas en el Museo por D. José Mesa Gómez, D. Juan Palacios Jiménez y Dña. Irene Gutiérrez REinoso.    



A partir del Neolítico, con la implantación de la agricultura, se incorporan al repertorio de las herramientas de las primeras sociedades agropecuarias, nuevos útiles elaborados con la técnica del pulimento. Esta consiste en conformar útiles de filo cortante mediante abrasión que se realizan sobre rocas específicas, duras y tenaces. Los pulimentados se dotan posteriormente de mangos para su manipulación, que fueron fabricados en materias orgánicas que difícilmente se han conservado en los hallazgos arqueológicos. Estas herramientas pulimentadas tienen funciones claramente agropecuarias, relacionadas con el trabajo sobre madera: la desforestación, faenas de cultivo y trabajos de carpintería. Son dos los tipos principales de herramientas pulimentadas: las hachas y las azuelas.  



Las hachas poseen un filo cortante de doble bisel y una vez enmangadas tienen un plano de trabajo longitudinal, similar en función al de las hachas metálicas actuales. 
Sin embargo, las azuelas tienen un filo monobiselado y se sitúan en el mango de forma transversal al eje de trabajo, empleándose como azadas en los trabajos agrícolas o como escoplos y cepillos en actividades de carpintería. 
Las rocas empleadas para la fabricación de estos instrumentos de trabajo son rocas muy duras y compactas, frecuentemente de origen subvolcánico, en diversas variedades den función  de la Geología de cada región. En nuestra comarca las más frecuentes son los pulimentados de Dolerita/Ofita o los de Anfibolita, aunque es frecuente la aparición de rocas más raras y exóticas, como la Fibrolita/Sillimanita (azuela de tonalidad blanca, canteras en el Centro de la Península) y en otras piedras más inusuales, como el hacha de sílex de color rojizo de procedencia francesa.   

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